martes, 21 de enero de 2014

Una Navidad muy "Miserable".


         Todo el mundo entiende el concepto de la Navidad como tiempo para pasar con la familia y amigos, tiempo para disfrutar de charlas infinitas, juegos y risas con los tuyos.
Siempre he tenido la gran suerte de disfrutar de estas fechas tan especiales con mis amigos y familiares. Todos en nuestras casas tenemos las rutinas navideñas adquiridas y los días repartidos para poder disfrutar al máximo.
             Estas fechas son especiales por todos estos ratitos y por todas las emociones y sentimientos que afloran. Sentimientos de cariño, respeto, admiración… un cumulo de sensaciones que resurgen de nosotros y que nos hacen ver lo afortunados que somos teniendo lo que tenemos, porque no olvidemos que lo importante no es la cantidad, sino la CALIDAD.
          Este año las Navidad se planteaba diferente para todos los “Miserables”. Deberíamos olvidarnos de todas esas “rutinas navideñas” para dar paso a nuevos momentos y experiencias juntos. La obligación nos llamaba y debíamos pasar la navidad lejos de los nuestros, lejos de nuestros padres, lejos de nuestros amigos y lejos de nuestra gente…
Simplemente  el hecho de pensarlo me ponía los pelos de punta, pero ya no por mi, sino sobre todo por esos 6 niños que con tan solo ocho, nueve y 10 años iban a pasar sus primeras navidades fuera de casa.
            Hacer que fueran especiales era nuestra responsabilidad, todos íbamos a echar de menos a nuestras familias pero queríamos pasar unos días que no olvidáramos nunca. Unas navidades que lleváramos con cariño en nuestra maleta de los buenos recuerdos, unas navidades que con el paso del tiempo las recordemos con una sonrisa…
           Sin duda alguna hoy por hoy puedo decir que lo hemos conseguido, que tanto ellos como nosotros hemos exprimido cada momento y cada detalle, hemos reído juntos, hemos llorado de emoción, nos hemos abrazo, hemos sorprendido y nos han sorprendido.
                Uno de los días que recuerdo con más cariño es la noche de reyes, nervios a flor de piel después de llevar un año esperando la llegada de sus majestades los Reyes Magos de Oriente. Difícil profesión la de sus majestades, emociones, alegrías y algún que otro susto forman parte de su anecdotario, la profesión de Rey es única y bonita pero también una de las más complicadas a la vez… este trabajo que puede parecer a primera vista tan sencillo, entraña también su riego, pues más de un rey ha dado con sus posaderas en el suelo a consecuencia de un resbalón con su camello… sea como sea sigo pensando que es una de las profesiones más entrañables que existen, no sólo por la ilusión y el entusiasmo que provocan, sino también por las emociones que despiertan.
           Nunca olvidaré aquella mañana de Enero, los enanos saltando sobre mi cama al grito de “Miner los ReeEeEeEeyeeEEeeEs!!!”, encendimos la luz y corrimos hacia nuestros zapatos, no sabíamos la cantidad de resbalones que habían superado los Reyes para llegar hasta allí, ni si quiera estamos convencidos de que hubieran encontrado nuestros zapatos, un niño me pregunto con cara de preocupación…Pero, ¿Los Reyes saben que estamos en Tenerife? ¿Sabrán llegar hasta el hotel?” mientras iba formulando las preguntas su cara iba cambiando por momentos, cada vez más preocupado, cada vez con menos esperanzas… pero antes de que yo tuviera tiempo para contestar uno de ellos nos dio la respuesta más  sencilla y bonita que se podía dar: “No te preocupes…son MAGOS!” 
           Después de una intensa búsqueda por la habitación, sin éxito, a uno de ellos se le ocurrió abrir la puerta… y en el pasillo, esperándoles SUS REGALOS! Es justo en ese preciso instante cuando las sonrisas invaden la habitación y la energía se respira a borbotones…está brillando la magia de la Navidad!!
 
 "Los mejores reyes de mi vida”, después de escuchar esto de sus labios no hay duda….MISIÓN CUMPLIDA! J

viernes, 13 de diciembre de 2013

Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas!


 
                Podría empezar esta historia como si de un cuento se tratara… “Todo comenzó una otoñal mañana de Noviembre…” desde luego así lo estoy viviendo yo…como en un cuento.


                De un día para el otro mi vida ha dado un cambio radical, un giro de 180 grados completamente inesperado, una llamada de teléfono lo desató todo y en cuestión de días mi mundo se volvió patas arriba.

 
                Por mi estación pasaba un tren que no podía dejar marchar, un tren con seis niños muy especiales y cargado de emociones, experiencias y descubrimientos, un tren que sólo con verlo ya era bonito… imaginaros poder subir en él!!
 

                No me lo pensé dos veces, hay oportunidades que solo pasan una vez en la vida, de cabeza me embarqué en este GRAN PROYECTO.
 

                Para los que aún no sabéis muy bien en que consiste os lo explico un poco, se trata de acompañar a seis niños en su gira  como cantantes en el musical de “Los Miserables”. Seis niños increíbles, procedentes de ciudades distintas ciudades de España, cada uno de su padre y de su madre pero todos con un denominador común… la pasión por cantar e interpretar.
 

                Tengo que decir que cuando llegue aquí me encontré mucho más que eso, me encontré a seis hermanos, seis pequeños corazones que latían al mismo compás, con ilusión, ganas, entrega y sobretodo ALEGRÍA.  Todos son una piña, todos se respetan y quieren, aunque como buenos hermanos también tengan sus peleillas…
 

                Los días de gira son muy intensos para todos, clases, baile, canto, interpretación, actuación… una agenda muy completa que les permite continuar con su labor escolar, enriquecerse y asentarse como buenos artistas y como no, lo más importante, seguir siendo NIÑOS… con sus juegos, sus pasiones, sus ratitos de recreo… todo esta pensado por y para ellos, son los protagonistas de este proyecto en el que tengo la gran suerte de estar.
 

A esta intensidad le sumamos un valor mas… siempre andamos con la maleta a cuestas, pues vamos recorriendo poco a poco muchos rincones de España…. Valencia, Tenerife, Las Palmas, Valladolid, Vigo, Pamplona… además de esta maleta llevamos una mochila en la que vamos añadiendo poco a poco con las experiencias que vivimos, los lugares que visitamos y como no, el calor de la gente que nos va acompañando…
 

 
Todo esto es increíble, me siento muy afortunada de estar donde estoy y de poder vivir esta experiencia con todos ellos. No podría haber venido en un momento mejor de mi vida, me siento con ganas, con fuerza, con ilusión… estoy FELIZ!

 Esta felicidad no quita que eche de menos muchas cosas que he tenido que dejar atrás… tuve que soltar la mano de mis trece soles… fue lo más duro de mi decisión, ellos con poco despertaban lo mejor de mí, sus sonrisas y achuchones hacían que saliera el sol incluso el día mas nublado. Solo nos conocíamos desde hacía apenas unos meses pero formábamos un equipo perfecto. Se que es un grupo con muchísimo potencial, un grupo que se va a comer el mundo allá por donde vaya… curiosos, observadores y cien por cien exploradores!! Ha sido poco tiempo pero han dejado una huella en mí y estoy segura de que algún trocito de “Miner” se lleva cada uno…
 

Y como no… mi gordi!!! Echo de menos el trabajar juntas codo con codo, el tándem perfecto!!! Ahora recae en ella más el peso… pero sé que sabrá quitar de su mochila las piedras que no sirven de nada, sabrá recoger del camino las flores y los regalos que la vida la va a ir dejando. No te quedas solita, yo estoy contigo, más cerca o más lejos estamos juntas para todo, exprimiremos al máximo los días que podamos vernos y estoy segura de que vamos a poder seguir coloreando juntas el camino que iniciamos.
 
Poco a poco os iré contando las hazañas de estos seis pequeños “miserables” y de nuestro día a día.
 

No puedo acabar sin dar las gracias a todos los que me habéis apoyado y me seguís apoyando, GRACIAS POR SONSERIR CONMIGO, gracias por acompañarme desde la lejanía, gracias por estar siempre a mi lado y sobretodo gracias, gracias y gracias por formar parte de mi vida.

jueves, 28 de noviembre de 2013

EN DIFERENTES TRENES

NUEVOS CAMINOS
 
Para todos aquellos que nos leen o que nos siguen en Facebook. En distintos post hemos escrito, desde lo personal, nuestra experiencia en el mundo de la educación, en este camino tan bonito que recorremos todos los días y en el que tantas sorpresas nos llevamos.

Juntas hemos compartido con todos ustedes nuestro crecimiento y evolución, nuestras ganas de aprender, de conocer, de formarnos y juntas hemos intentado contagiarles nuestra alegría y satisfacción en el mundo de la experimentación, el arte y la innovación educativa.

Ahora juntas… tenemos que compartir los nuevos cambios. Una de nosotras hemos cogido un tren con diferente destino. Algo que no se podía ni debía rechazar y que sin duda, estamos convencidas aportará cosas muy buenas al blog y a la propia experiencia personal de quien lo recibe.

Ha sido duro, pues todo ocurrió tan rápido… que no hubo casi tiempo de despedidas. Ella desde allí (cada mes en una ciudad diferente) y yo desde aquí… intentaremos seguir contagiando y expresando nuestra ilusión y vocación, siendo conscientes de que resultara algo más difícil. Ambas, pensamos que la experiencia que una de ellas vive puede ser muy enriquecedora, pues no deja de ser educación.  

Por lo que llegamos a la conclusión que en esta vida no se deja de crecer nunca. Que no solo los niños nos sorprende sino el destino individual de cada uno y que por todo ello es importante que aprendamos a aceptar que las cosas siempre ocurren por algo y en el momento idóneo... Solo debemos esperar a que lleguen.

“Mi niña, aún no he vuelto a la escuela pero cada día me acuerdo de ti, de cómo estarás y como te sentirás tan lejos de tu mundo. Contando los días para volver a vernos y compartir toda la experiencia vivida.”

NUESTRAS NECESIDADES Y LAS SUYAS.


NECESIDADES DE LOS ADULTO:

Con el tiempo, las formaciones extra que hacemos fuera de la escuela, la observación directo… descubres que muchas veces el día a día de nuestros niños funciona cubriendo nuestras necesidades y no las de ellos.

El ser humano por lo general vive deprisa y atado, culturalmente hablando, a unos estereotipos y costumbres, pero ¿Son realmente necesarias para los niños? ¿Les aporta algo positivo?

Las ansiedades de los adultos hacen que los niños pasen totalmente de todo aquello que hacemos pensando que ellos lo necesitan.

En la escuela, por ejemplo, las aulas “decoradas” todo bien colocado, los muñecos que dibujamos felices, la música que ponemos, el cumplimiento de las rutinas… y podría seguir…

Tenemos tantas cosas que aprender de ellos. Viven ajenos a todas esas cosas, son mucho más simples, les gusta mucho más que les observemos mientras juegan no que aprovechemos para recordar. Adoran los abrazos de buenos días al entrar al aula más el muñeco de la entrada, lo que quieren es que bailemos juntos no escuchar música, les gusta moverse, saltar, girar y gatear porque en ellos es una necesidad y no para llevarnos la contraria.

 
Viven con una sonrisa porque son felices con nuestra presencia y no necesitan más. Son capaces de satisfacer sus necesidades con el simple hecho de existir y tener libertad.

Por todo ello, quisiera transmitir a todas esas maestras, en las que me incluyo, que ellos no nos juzgaran si aún no hemos pegado los murales, si no tenemos ese CD grabado con villancicos o si nuestra clase no está ambientada cumpliendo nuestras necesidades. A ellos les basta con nuestra presencia, observación y dedicación plena, de manera individual o en grupo para crecer felices. Al fin y al cabo ¿Qué es lo que una buena maestra, padre o madre persigue diariamente?

Si estamos de acuerdo en que nuestro principal objetivo es acompañarles en su crecimiento, desarrollo y evolución no debemos olvidar nunca que para ello debe ponernos a su altura, a la altura de sus necesidades Y olvidar las nuestras.

 
Con esto no pretendo tirar por tierra todo lo que hacemos, es decir, ese gran muñeco en la puerta, la ambientación de los pasillos o el bonito mural del otoño que preparamos pensando en ellos, sino recordar que lo prioritario es el abrazo, la sonrisa, la empatía que sentimos hacia ellos. Principalmente porque ellos lo van a valorar mucho más y sobretodo LO VAN A NECESITAR MAS AMENUDO.

lunes, 21 de octubre de 2013

NOTICIAS DE DIFERENTES SABORES:

NOTICIAS DE DIFERENTES SABORES:
 
Esta profesión es una autentica montaña rusa. Todas las que nos encontramos dentro sabemos que cada día una noticia, un logro de esos niños o una palabra puede hacer que tu día cambie. En post anteriores hemos hablamos sobre lo duro que puede llegar a ser un periodo de adaptación, destacando el tiempo que necesitamos para que las cosas se calmen, para que ellos confíen en nosotras, para que nos quieran y nos acepten.
 
A lo largo de cada semana o si me apuras de cada día, podemos recoger pequeños logros. Comentábamos que ya empezaban a surgir esas sonrisas en ellos, sonrisas que para nosotras son vitaminas de fuerza para continuar. Una caricia, un beso o un abrazo de cualquiera de ellos nos hace saber que comienzan a aceptarnos y nos van haciendo un huequito en sus vidas.
 
Es Lunes, ha sido un día muy largo, pero no me podía ir a la cama sin escribir. Hoy he recogido la mejor recompensa (con sabor agridulce) que cualquier maestra o educadora puede recoger en pleno periodo de adaptación.
 
A pesar del sabor de la noticia, ver como una familia puede emocionarse de esa manera al hablar de cómo se sienten cuando te dejan al niño es uno de los mejores regalos. Dos meses juntos, solo dos meses... Es entonces cuando yo ratifico que este trabajo es totalmente vocacional. que somos felices con las sonrisas de ellos, con la confianza de los padres y con el trabajo, el buen trabajo en equipo entre familia y escuela.
 
Aunque una se vaya a casa con la sensación de estar fallando en algo, con la duda de cómo lo estas haciendo y por qué no decirlo, en ocasiones con la desesperación. Los 10 minutos de charla con esa familia me han hecho ver que sí que hay quienes valoran y aprecian nuestro trabajo y no solo eso, sino que pueden llegar a sentir la angustia y el miedo a la separación.
 
Las cosas siempre llegan a nosotros cuando uno esta preparado para que lleguen. Hoy yo necesitaba esa conversación para saber que voy por el camino correcto. Ellos necesitaban esa noticia para dar un cambio radical, que estoy segura, muy buenas cosas les deparará.
 
Los gestos, una mirada o una frase de alguien puede llenarte de energía y vitalidad. A veces, es la palmadita que te ayuda a continuar. Por todo eso y por ser como sois MUCHISIMAS GRACIAS

jueves, 26 de septiembre de 2013

Superando el periodo de adaptación:

Es difícil expresar la cantidad de sentimientos que se despiertan en el periodo de adaptación.

Como decíamos en otro post, son momentos duros para todos, para los niños, que se encuentran con un lugar nuevo, diferente, con gente desconocida... Para los padres, pues dejan a su mayor tesoro en manos de una persona también prácticamente desconocida para ellos y por supuesto para nosotras las profes que tenemos que arrancar de los brazos a niños que lloran sin cesar y ver como sus padres se van con la misma tristeza. 



Es un periodo complicado para nosotras, como maestras, tenemos que demostrar mucho en muy poco tiempo y con las circunstancias en contra. En pocos días debemos ofrecer a los padres esa seguridad que necesitan, demostrarles que sus hijos están en buenas manos y que pronto empezará a cambiar la situación...  Por otro lado, con los niños, consolando sus llantos y secando sus lagrimitas con achuchones y caricias, haciéndoles ver que estamos ahí para ellos, que les protegemos y les cuidamos...

Los primeros días son frustrantes, sacamos fuerzas de donde no las hay, activamos en nuestros oídos el botón anti-lloros, nos desayunamos un café bien cargado de paciencia y esperanza y alguna vez que otra lo acompañamos de un ibuprofeno (elemento básico en la taquilla de una maestra).

Y así los días pasan y paaaasan... Y poco a poco vamos viendo los cambios de nuestro trabajo, trabajazo diría yo, poco a poco los niños entran más contentos en clase, poco q poco dejan de llorar y poco a poco los padres van siendo más optimistas viendo todos estos cambios...

Entonces! De repente, como por arte se magia se suceden las primeras sonrisas! Para nosotras tan importante como los primeros pasos o las primeras palabras en la escuela… Sonrisas de los niños, de sus padres y por supuesto la nuestra (grande y radiante como ninguna).

La moral de la maestra se viene arriba, ya se te olvidan los lloros, se te olvida todo lo anterior…  porque lo que tienes ahora es lo que llevas esperando tanto tiempo, miradas de complicidad con los niños, sonrisas tímidas pero sinceras, abrazos espontáneos y los primeros “buenos días” con besos. Todo buen trabajo da sus frutos y después de la tormenta siempre llega la calma.

Aun no podemos decir que se ha acabado el periodo de adaptación, nos faltan rutinas por coger y mucho que rodar juntos, pero podemos decir bien alto que LO PEOR LO HEMOS PASADO YA!!!!
  
Ahora disfrutemos día a día más, con cada pequeño triunfo, con cada pasito, pues después de tanto superado tiene un sabor especial. Mimemos y dejemos que poco a poco ellos nos vayan mimando a nosotras... Queda un curso entero para disfrutar, aprender, experimentar, crecer... Como dirían mis amigos los catalanes... Hagámoslo”poc a poc i amb bona lletra". (poco a poco y con buena letra).



"Las dificultades preparan a personas comunes hacia destinos extraordinarios"

viernes, 6 de septiembre de 2013

EL PERIODO DE ADAPTACION:

COMIENZOS DUROS :(
 
 
 
Se puedo decir, que a pesar de llevar desde el día dos en la escuela, hoy hemos comenzado.  Ha sido una hora y media con ellos, con los niños y estos, sin sus padres, solitos. Estoy segura de que juntos nos esperan muchas cosas y momentos buenos por vivir y compartir dentro del aula. Sin embargo es triste pensar o asumir que los comienzos siempre son duros.
 

Una intenta consolar a todos pero faltan manos y este año ha sido diferente... no he podido evitar ponerme en el lugar de esas mamas que se marchan dejándonos lo mas valioso. He intentado abrazarles, secarles las lágrimas con mucho cariño, solo me ha faltado llorar junto a ellos aun sabiendo que ellos tampoco me entenderían.  
 
Todos necesitamos TIEMPO, tiempo para conocernos y para confiar los unos en los otros... tiempo para asumir e interiorizar las rutinas, para adaptarnos. Tiempo para que los días vayan pasando y las entradas y salidas tengan canciones mas divertidas.
 
 
Mucho ánimo para todas esas familias que lo están pasando igual de mal que ellos y que yo, pues para nosotras tampoco es fácil. Ánimo para todas las compañeras que se encuentran en la misma situación que nosotras.
 
 
Y ahora, añado un texto sobre el periodo de adaptación elaborado hoy mismo por la servidora después de vivir la situación de hoy. Todos debemos entender y asumir que el periodo de adaptación es complicado y todos somos los afectados. Estoy segura de que dentro de un mes tendrá muchas cosas buenas que contar, puesto se quedará como anécdota ;)
 
 
EL PERIODO DE ADAPTACIÓN:

 
La escuela infantil puede llegar a ser para los niños y niñas una nueva posibilidad de enriquecimiento y ampliación de sus experiencias, otro modo de crecer y desarrollarse en relación con otros compañeros, otros adultos y nuevos espacios.
 
En un principio la escuela es un espacio desconocido, que puede suscitar sentimientos de inseguridad y miedo, en contraposición con lo que es para los niños el mundo familiar, un lugar seguro, conocido, donde se sienten protegidos y cuidados.
 
El sentimiento de perdida es un sentimiento real en el niño en ese momento, sin embargo él no pierde nada, ya que el mundo familiar sigue estando presente. Con la experiencia progresiva, este sentimientos ira desapareciendo en pro de lo que le supone la ampliación del mundo referencial que le proporciona la escuela.
 
El sentimiento de abandono que pueda tener o sentir un niño en el periodo de adaptación se debe a que ellos no tienen una noción temporal desarrollada, no comprende cuando le decimos “mamá vendrá prontito”. el niño lo va adquiriendo con la experiencia de comprobar que cada día suceden las mismas cosas unas tras otra y que papá o mamá siempre vuelven a buscarle, con lo que va adquiriendo la seguridad necesaria para poder disfrutar de las actividades y experiencias de la escuela.
 
Todos estos sentimientos, de pérdida, inseguridad, miedo y angustia que el niño puede llegar a sentir en un primer momento ante la entrada en la escuela infantil, son sentimientos totalmente lógicos y expresarlos es una reacción totalmente SANA. Nada ni nadie puede evitar al niño estos sentimientos, ya que solo él, de manera voluntaria, puede superarlos.        
 
Todos estos comportamientos irán desapareciendo paulatinamente en la medida en que el periodo de adaptación se vaya resolviendo, porque lo que hay que tener claro es; que se resuelve, que es necesario pasarlo, pero se pasa y se supera, es entonces cuando las risas, los buenos momentos, los grandes amigos, los juegos aparecen.
 
A pesar de todo, es posible que a los niños les haga falta tiempo para reconocerla, descubrir cosas interesantes, transformarla, adecuarla a sus necesidades y preferencias, y así poder disfrutar de ella.
 
A este tiempo lo llamamos periodo de adaptación. Esto no es sino el cambio o proceso que cada niño vive en el plano de los sentimientos (afectivos, sociales o intelectuales), valorando lo que supone la separación de la familia y lo que su estancia en el centro le puede ofrecer.
 
Cada niño vive su propio proceso de manera individual, no existe un periodo de adaptación entandar ni en los comportamientos ni en el tiempo que cada uno necesita.
 
No solo son los niños los que están implicados en el proceso de adaptación. La familia y el centro inician relación, y a todos nos hace falta adaptarnos.
 
El ingreso del niño en el centro puede hacer surgir en los padres sentimientos contradictorios: miedos, dudas, desconfianza…., que a menudo los lleva a sentirse culpables por la decisión que han tomados de llevar a su hijo a la escuela infantil.
 
Interrogantes como ¿Estará bien? ¿Habrá llorado mucho? ¿Estará solo? ¿Tendrá a alguien que le consuele?, y un largo etc… Son solo algunas de las mil preguntas que se harán los padres.
A partir de ahora, cada familia, cada padre y madre, reaccionará de manera diferente.
 
¿Y LLEGADO EL MOMENTO?
 
-      Ser muy respetuoso con su incorporación progresiva, sin forzar situaciones.
-      Llevar a los niños al centro sin prisas ni nervios.
-      Comentar diariamente con la educadora como ha pasado su hijo el día.
-      No engañar a los niños. Despedirse cada día y recordarles que más tarde iremos a buscarlos.
-      No alargar excesivamente las despedidas.
-      Permitir que el niño lleve algún objeto personal que le de seguridad.
-      Recordar que el proceso no es siempre constante y que puede haber altibajos.
-      No es bueno comparar procesos de adaptación; cada niño es diferente.
-      No dudéis expresar vuestras dudas y sentimientos a los educadores de vuestros hijos.
-      Llamar siempre que tengáis necesidad de hacerlo.
 
ÁNIMO