EL TACTO:
Tocando y sintiendo aprendemos
acerca del mundo y de nosotros mismos. La estimulación del sentido del tacto la
deberíamos comenzar desde el mismo momento en el que nacemos.
Las recepciones de los sentidos
de la piel no sólo nos proporcionan la información acerca de las
características y peligros del entorno, sino que además nos permiten realizar
muchas destrezas y conocer mejor nuestro cuerpo y el entorno que nos rodea.
Para poder contribuir a su propio
desarrollo,
nosotros desde el aula podemos realizar las siguientes acciones:
- Caricias y masajes rítmicos
y repetitivos que ayudan a favorecer el
proceso de maduración del sistema nervioso del niño, además de tranquilizarle.
-No debemos reprimirle la
necesidad de obtener información chupando objetos.
-Podemos estimular su
curiosidad y placer manipulador, favoreciendo que agarre y manosee muchos
objetos para reconocer y descubrir cosas.
-Hay que ofrecerle muchos objetos
y actividades con las que pueda percibir diversas cualidades y
texturas.
Así que debemos recordar la
importancia de que los niños experimenten y descubran texturas, sabores,
etc… De esta manera, el niño vivirá de una manera mucho más espontánea y se manifestará mucho más motivado ante los descubrimientos.
Por todo ello, lo que más favorecen nuestras
actividades de experimentación, es el desarrollo del
sentido del tacto. La vista y el tacto son los sentidos que el niño utiliza para descubrir
el mundo.
Si pensamos en la cantidad de variedad de texturas que hay o materiales que las proporcionan, seguro que se nos ocurren muchas actividades para trabajar este sentido. Es momento de seleccionarlas y pensar una instalación para ofrecérselas a los niños con el fin de que experimenten, jueguen y aprendan.
Hola chicas. Me he encontrado con vuestro blog y he estado leyendo alguna de vuestras entradas. ¡Un trabajo magnífico! Seguir así, con ese entusiasmo, positivismo y dinamismo. ¡¡Qué trabajo tan enriquecedor tenemos!!
ResponderEliminar¡Un saludo!