TODO
LO QUE NO SE VE…
Vamos a analizar todo lo que conlleva realizar una
actividad de este tipo, el docente debe tener en cuenta muchos detalles antes
de encarar la actividad, puesto que tan importante es su preparación como su
desarrollo y su recogida.
Medir cada detalle de la instalación resulta básico
para conseguir nuestros objetivos, usar los materiales precisos y por supuesto
su colocación, conforma un papel muy importante en ella.
Durante el desarrollo de la actividad los materiales
se transforman al ser experimentados por los niños, cambian de estado, se extienden
por la clase o por los cuerpos de los niños.
No debemos de alarmarnos cuando esto sucede, al
contrario, es lo que tiene que pasar, solo
así se produce el desarrollo, solo así se realizan las conexiones del niño con
el medio, sólo así ellos disfrutan y solo así se establece un buen aprendizaje,
un aprendizaje significativo, de calidad y realmente útil para los niños.
.
Cuando finaliza la experimentación no ha acabado la actividad, ni el aprendizaje. Es entonces cuando comienza la “fase de recogida”. En esta fase los niños aprenden la importancia del orden y la limpieza, colaboran con el adulto en realizar tareas cotidianas y potencian su autoconcepto y su autoestima sintiéndose mayores ayudándolos.
Cuando finaliza la experimentación no ha acabado la actividad, ni el aprendizaje. Es entonces cuando comienza la “fase de recogida”. En esta fase los niños aprenden la importancia del orden y la limpieza, colaboran con el adulto en realizar tareas cotidianas y potencian su autoconcepto y su autoestima sintiéndose mayores ayudándolos.
Es importante que el docente consiga que los niños
disfruten también de este ratito. En una actividad como la de la pintura,
cuando finaliza el adulto tiene que duchar a todos los niños de la clase, pero
no hay que agobiarse, hay tiempo para todo y tanto el profesor como los niños deben disfrutar de este momento.
Los niños lo sienten como un ratito especial, de juego con agua, espuma… pero sobretodo es el
momento en el que la profe, su profe, es toda para él. Podemos destacar estos
ratitos como fuente importante del desarrollo afectivo del niño, pues en ellos
se estrechan mucho las relaciones entre el adulto y el niño y además seguimos construyendo
su aprendizaje con la experimentación con el agua y las diferentes partes del
cuerpo.
Como hemos visto hay que cuidar cada detalle, debemos
involucrarnos en la actividad al 100% y siempre con entusiasmo y una sonrisa…
TODOS, niños y mayores, aprendemos con estas actividades y disfrutamos de
ellas. Aunque conlleven un trabajo extra SIEMPRE merece la pena.
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